lunes, 23 de julio de 2012

~Saber la verdad siempre duele, darte cuenta de la verdadera realidad también. Y es la fuerza de esa realidad la que te hace derramar esas lágrimas de impotencia. Tarde o temprano te das cuenta de que en la vida solo te puedes fiar de ti misma, solo podrás confiar en ti nunca en los demás, ni siquiera en tu amig@ del alma. Antes confiaba en la gente, confiaba en el buen corazón de las personas, ahora mi idea sobre ellas es completamente opuesta. Todos en algún momento te clavan el puñal, no importa cuánto tarden, no importa que no lo veas venir, pero siempre acaban por decepcionarte. Hace dos años me prometí no volver a confiar en nadie, hice alguna excepción aunque sin fiarme demasiado y me volvió a ocurrir. ¿Ahora qué?  La respuesta la sé. La frialdad de mis palabras será mucho mayor, los sentimientos del corazón serán más difíciles de ver, y la confianza nunca será otorgada.~

No hay comentarios: