miércoles, 24 de agosto de 2011

Esta vez estaba tardando demasiado, Claudia llevaba demasiado tiempo sin dar señales de vida, tardaba demasiado en su paseo matutino al lago, quizás esta vez necesitaba que alguien fuese a rescatarla, alguien que la sacase de lo mas hondo del lago. Solo el podía sacarla de allí, porque durante un año el era el único que hacia palpitar su pequeño corazón, ese que nunca había sentido de verdad, ese que nunca sufrió. Tras su ida, dos años atrás, ella jamás se recupero, su humor era tan cambiante como lo es el tiempo, a veces sonreía, otras enfurecía y nada la hacia parar. Ella tan solo pedía a gritos que volviese, con esas manos que la rodeaban cada día para darle un abrazo, con esos ojos que la miraban fijamente y le decían todo lo que necesitaba saber...

Desgraciadamente sabia que jamás volvería, simplemente lo sabia.

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