martes, 26 de abril de 2011

A las calles vuelve ese olor a lluvia intensa, ese olor que nos hace sentir que las cosas cambian, que tras ese olor, tal vez, vengan unos rallos de luz. Ella espera una vez mas, apartada en ese rincón, a que el venga a abrazarla como en aquel entonces la abrazaba cuando unas lagrimas recorrían su cara, cuando sentía que su corazón se iba a parar de un momento a otro. Esta vez el no vino, sus vidas estaban mas separadas que nunca, sus vidas habían demostrado que tomaban caminos diferentes, que ella elegía una vida y el la opuesta. Ella no sabia andar en su vida sin el, pues siempre había sido su apoyo, pero tampoco estaba dispuesta a coger el camino opuesto, pues conducía a una meta a la cual ella no quería llegar, esa meta era opuesta a ella, era opuesta a todo en lo que creía. Por mas que ella le amase tendría que vivir su vida sin el, sin su sonrisa y sin sus abrazos.

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