miércoles, 10 de noviembre de 2010

aiiis...

A veces dudo de tu presencia, 
de que me tengas en cuenta. 
Entonces se me abre la herida 
que me dejó tu partida. 

A veces creo que no hay duda 
que la distancia nunca dura, 
que cuando yo quiera te tengo 
y que no darnos es perfecto. 

Yo prefiero imaginarte 
como el aire que se esconde 
tras los árboles de noche. 
Imaginarte como antes amándome 
tras los árboles de noche. 

A veces creo que te invento 
para poder seguir viviendo 
aunque sea una quimera, 
un tesoro en la encimera. 

A veces me subo a la mesa 
y me parece una cordillera 
alrededor el horizonte 
del otro lado la tetera. 

Me da vueltas imaginarte 
como el aire que se esconde 
tras los árboles de noche. 
Imaginarte como antes amándome 
tras los árboles de noche. 

Soy tu cintura, tú mi cuerpo. 
Mi deseo está en tu piel. 
Quizá parezca una estupidez 
imaginar lo que sería 
besarte en este instante. 

Y me peleo porque dicen que 
el que algo quiere algo le cuesta 
y ese fantasma no me deja 
y yo me canso de luchar.(L).

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